jueves, 3 de noviembre de 2011

PABLO NERUDA - Soneto XCI

La edad nos cubre como la llovizna, interminable y árido es el tiempo, una pluma de sal toca tu rostro, una gotera carcomió mi traje: el tiempo no distingue entre mis manos
o un vuelo de naranjas en las tuyas: pica con nieve y azadón la vida  a vida tuya que es la vida mía.
La vida mía que te di se llena de años, como el volumen de un racimo.
Regresarán las uvas a la tierra.
Y aún allá abajo el tiempo sigue siendo, esperando, lloviendo sobre el polvo, ávido de borrar hasta la ausencia.

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