lunes, 21 de febrero de 2011

Un soplo de alegría

Quiero huir lo antes posible de la inhóspita armonía de tristezas como losas e inconfesas cobardías a la espera de esperanzas que jamás verán el día. No pretendo entrega alguna, ni siquiera compañía que me espante soledades porque no te pediría nada que y ...o no pudiera ofrecerte en garantía. Estaría bien aparcar alevosías para siempre, amén... Y sentir, amiga mía, que en tu abrazo aún hay tiempo para un soplo de alegría. No soporto por más tiempo la implacable hipocresía de fantasmas que trafican dádivas de ideologías con postores impostores de sus propias felonías. Como ves, no necesito ni decálogos vigías ni verdades sin fisuras ni prudentes herejías ni banderas pira sangre que rematen geografías. Estaría bien... Mi indecencia ya no admite tanta estrafalaria orgía de materia que confunde sueños con pornografía reduciendo la Belleza a valor de mercancía. No te inquietes si te digo que mi añeja biología no se encuentra con las fuerzas de seguir la travesía si no se ata a tu mirada de espejismos y poesía.
Luís Eduardo Aute

No hay comentarios: