sábado, 22 de octubre de 2011

Soneto 161 de Lope de Vega

Cual engañado niño que, contento,
pintado pajarillo tiene atado, y le deja en la cuerda, confiado, tender las alas por el manso viento;
y cuando más en esta gloria atento, quebrándose el cordel, quedó burlado, siguiéndole, en sus lágrimas bañado, con los ojos y el triste pensamiento, contigo he sido, Amor; que mi memoria dejé llenar de pensamientos vanos, colgados de la fuerza de un cabello.
Llevóse el viento el pájaro y mi gloria, y dejóme el cordel entre las manos, que habrá por fuerza de servirme al cuello.

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