Vivimos muy deprisa... demasiado deprisa, tanto que cuando nos queremos dar cuenta hemos cruzado gran parte de nuestra vida sin casi haber apreciado las pequeñas cosas, lo que realmente importa y nos llena. Desde aquí robaré un soplo al tiempo para los susurros y suspiros, los mios y por supuesto los tuyos.
jueves, 31 de marzo de 2011
Desencuentro
Mis labios no encuentran tu beso oportuno, ni encuentra mi cuerpo en tu cuerpo refugio. Tan sólo pasivo abandono, distante desnudo, que entregas como algo que no fuera tuyo. Con monosílabos adormecidos pretendes decir que dialogas conmigo, mostrándote indiferente por todo lo mío. Tu obscena complacencia es un gesto repetido, tus ojos transparentes son dos pozos infinitos, tus abrazos no me abrigan me dan mucho frío.
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