En memoria de las 79 víctimas del accidente de tren de Santiago

En la quietud de la noche oscura,

rota la oscuridad por la tenue luz de luna,

como mofándose en  un espeso cielo,

van marchando los que parten a otro lado incierto.

Al son de 79 campanadas mudas, al amparo de 79 suspiros rotos,
van marchando los que parten a otro lado incierto.

Maldita noche de muertos

donde las almas bailan alrededor de las sombras,

entre lágrimas secas y sueños rotos,

retorcidas entre hierro y tierra, formando parte ya de esta.

Baile burlesco para los que quedamos en sufrimiento

Vivos muriendo en un llanto eterno, por los que han partido por los que están partiendo.